Los sistemas GIS llevan muchos años haciéndonos la vida más fácil. Su forma de recopilar, almacenar, procesar y mostrar información geográfica, hace que sean herramientas fundamentales hoy en día para cualquier tipo de actividad o negocio. La reciente pandemia que ha azotado a nuestro planeta y que ha dado un vuelco a nuestra sociedad, ha servido para reivindicar la utilidad de estas herramientas como soluciones de gestión fundamentales en cualquier ámbito. Dada la facilidad que proporcionan para analizar, planificar y tomar decisiones en cualquier situación, desde el día en que apareció el virus, hemos sufrido un autentico bombardeo de todo tipo de aplicaciones y mapas basadas en soluciones GIS.
Tan pronto como supimos de la expansión del virus, empezamos a ver las primeras aplicaciones GIS que informaban del número de infectados diarios y que ofrecían información de forma visual e intuitiva sobre la evolución de la pandemia. Se trata de la aplicación creada por la Universidad Johns Hopkins con tecnología ESRI.
Durante el confinamiento, todos tuvimos que adaptarnos a una nueva forma de vida. Con muchos negocios cerrados y el miedo lógico a salir a la calle, los ciudadanos necesitábamos más que nunca, toda la información posible para ayudarnos a afrontar la nueva situación. Si bien el GIS lleva siendo una herramienta importante de gestión en la Administración Pública desde hace tiempo, a raíz de la pandemia se convirtió en indispensable. Muchos ayuntamientos crearon plataformas de ayuda al ciudadano, indicando que negocios de su localidad seguían abiertos o atendiendo a domicilio, ofreciendo información de transporte, etc, En SyKGIS, pusimos nuestro grano de arena creando una aplicación para el Ayuntamiento de Alcalá de Henares en el que además de ofrecer información sanitaria, permitíamos a través de un formulario el registro de las personas que necesitaban algún tipo de ayuda, así como el de voluntarios dispuestos a ofrecerla. Fue tal el aluvión de aplicaciones de este tipo, que de forma altruista y espontanea se creó un grupo de Geovoluntarios, que a fecha de hoy cuenta con casi 900 voluntarios que han colaborado en más de 40 proyectos distintos.
Hubo muchas iniciativas por parte de las empresas punteras del sector, como HERE Technologies que cedió su producto HERE We Go Deliver de forma gratuita hasta 2021, una útil herramienta de planificación de rutas para entregas a domicilio de la que os hablamos en el post anterior, o como ESRI, creando plantillas específicas de ArcgisHUB y cediendo cuentas gratuitas a cualquier organización que desease utilizarlas.
Con el desconfinamiento, llegaron una serie de fases con unas medidas que no todo el mundo tuvo muy claras. De nuevo el GIS aportó la solución. Comenzamos a ver aplicaciones que calculaban un radio de 1 km desde nuestra casa para saber hasta donde podíamos pasear, o que indicaban cuales eran las aceras más anchas para poder transitar con mayor seguridad. Otras mostraban mapas del país, indicando la fase de desescalada en la que estaba cada zona.
Recientemente en España se ha puesto en marcha una aplicación de rastreo del coronavirus, del estilo de la que ya se ha utilizado en otros países. La idea es que los usuarios con síntomas o que hayan estado en contacto con personas que hayan dado positivo, se den de alta y muestren siempre su ubicación. Así el resto de usuarios de la aplicación pueden saber si han estado cerca de alguna persona infectada y por lo tanto determinar el grado de exposición al que han estado expuestos.
En los últimos días, hemos visto ya las primeras aplicaciones para mostrar y controlar los temidos rebrotes.
En conclusión, esta pandemia ha servido para resaltar aun más la importancia que tiene los sistemas GIS hoy en día, siendo durante toda la crisis sanitaria una herramienta básica y necesaria para la gestión de cada situación, mostrándose adaptable para los analistas y fácil de consumir e intuitiva para los ciudadanos. Pasará la pandemia y nuestra sociedad se enfrentará a una nueva normalidad, donde seguro que los GIS seguirán aportando las soluciones necesarias en cada situación.
Por Sergio Infanzón Martín